jueves, 29 de octubre de 2015

En el principio fue el camping

Para poneros rápidamente al día, nuestra aventura inglesa comenzó a mediados de agosto, en un camping granjero de los alrededores de Totnes. Pasamos un par de semanas acampados en un prado, a la sazón bastante húmedo y embarrado, dado que el verano ha resultado ser, en esta zona de Devon, inusualmente lluvioso y fresco.

Jaime y Lian con sus diábolos y nuestro chiringuito de fondo
Esta experiencia incómoda y exigente (6 personas, durante 15 días, cocinando, durmiendo y apañándose en general en un entorno fresco, lluvioso y bastante guarrete), que por cierto manejamos con sorprendente dignidad, creo que nos preparó para afrontar lo que llegara después con entereza y buen ánimo. Pero es que, además, lo que llegó después, fue estupendo!

Contra todo pronóstico, dada la escasez de oferta y los precios generalmente de susto de los alquileres de la zona de Totnes, encontramos un pisito muy majo enseguida y a un precio relativamente razonable. Para cuando descubrimos que ello debía tener que ver con el detalle, no menor, de que la ducha no funcionaba, ya estábamos tan decididas, tan enamoradas de nuestro pequeño flat y tan conscientes de que no había alternativa, que nos quedamos dentro irremediablemente.

En casita con todos los trastos recién adquiridos para amueblar
El piso, vacío completamente, fue rellenado y convertido en un lugar acogedor, en unos cuatro días (relato del milagro en próxima entrada), lo cual no deja de sorprendernos aún. Ahí van unas imágenes de nuestra casita, que es la vuestra si os animáis a visitarnos!

En la habitaci'on infantil
En el comedor



En la cocina haciendo galletas
Disfrutando unos tomates al horno


1 comentario:

  1. ¡Hola family!

    Me gusta la comida, las sábanas, las sillas boca abajo, y las sonrisas entre el cielo nublado.

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