Durante mes y medio, hemos compartido casa y experiencias
“british” con Estíbaliz y su hijita Ianna. Esti nos cuenta cómo ha sido vivir
con peque en Totnes.
Cuando llegas a Totnes te encanta ver sus jardines, su armonía arquitectónica, la sonrisa de la gente al cruzarte en sus caminos… pero, si vas con niños pequeños, además te sorprende la cantidad de posibilidades que esta comunidad ofrece para hacer con ellos.
El sistema educativo inglés no obliga a escolarizar antes de
los 5 años (e incluso permite el "homeschooling" -la educación en casa- más allá de esta edad) y, mientras tanto, un montón de entidades facilitan diversas
experiencias para padres con niños fuera de las guarderías y los centros de
preescolar. Son varias las propuestas públicas -o no- en las que se facilitan
espacios, acompañados de profesionales de la educación, en los que los niños
pueden jugar por rincones, desarrollar su juego simbólico, potenciar sus
sentidos a través de materiales diversos, escuchar relatos británicos, bailar y
cantar canciones populares infantiles, compartir comida orgánica que se cocina
allí mismo..., y madres y padres con hijos de
edades similares pueden encontrarse, intercambiar vivencias y dificultades o recibir apoyo en la
lactancia y en las primeras semanas de vida de su bebé.
Propuestas así son los Play Groups, como el Daisy Play Group del Totnes Children Centre,
que cuenta con apoyo de voluntarios, y que, aparte de la posibilidad de encuentro y juego con otras familias, ofrece -a cambio de una donación de 1 libra al día-, un montón de “cosas de segunda mano” que cualquier familia necesita, (ropa, calzado, libros, juguetes, carritos, mantitas…) a precios estupendos.
que cuenta con apoyo de voluntarios, y que, aparte de la posibilidad de encuentro y juego con otras familias, ofrece -a cambio de una donación de 1 libra al día-, un montón de “cosas de segunda mano” que cualquier familia necesita, (ropa, calzado, libros, juguetes, carritos, mantitas…) a precios estupendos.
El amplio sentido “comunitario” de esta gente hace que también las iglesias, como la Methodist Church, organicen, un día a la semana, un espacio de juego para padres y niños en el que correr, saltar, disfrazarse, moldear, montar en triciclo o monopatín, tomar una taza de té o un zumo para los más pequeños… por una aportación de 1,50 libras .Y como siempre con el apoyo estupendo de gente voluntaria ¡y voluntariosa!, que nos admira con su deseo de hacer “cosas para la comunidad “ a los 73, 80, 87 años…¡Todo un ejemplo del que aprender!
Es llamativo también que las iglesias, como la Church of Saint Mary, tengan dentro de sus
templos espacios específicos para los niños y sus juegos; un rincón cálido con
montones de ositos de peluches, pequeñas sillitas y lámparas con luz suave,
pinturas, cuentos que hablan de las celebraciones religiosas de los distintos tiempos
litúrgicos, trabajos plásticos colectivos… y todo ello para ser usado por sus pequeños feligreses o todo niño que necesite un rato de juego a cubierto.
Pero aún encontramos otras muchas iniciativas, específicas para niños o en las que éstos son“bienvenidos”, como los rincones infantiles de las charities, las consultas médicas con sus juegos y juguetes, los trabajos de “gardening” en los jardines de Totnes, a los que también puedes ir a “trabajar con los más pequeños”, o iniciativas como la de Marvin Bedford , a través de Musik Garten, en Saint John Church, con la que disfrutar de una educación musical muy bien pensada para bebés y niños pequeños, a precios asequibles; 5,5 libras por día.
Y, además de esto, está la Library, la biblioteca pública, con sus talleres de masajes para
bebés, ratos de cuentos con manualidades, como “Little, little" o celebraciones especiales
de efemérides como el Día Nacional de las Bibliotecas y su día del Grúfalo, el 6
de febrero.
¡Fantásticas iniciativas? ¿Hay también actividades para niños más mayores?
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